26 de febrero de 2011

El Universo en bikini

La sección «Entretenimiento» de MSN elaboró un reportaje gráfico con las candidatas americanas a Miss Universo, mostrando 20 fotografías de las aspirantes en traje de baño. Al pie de cada imagen, el reportaje ofrece un breve texto, cuya estructura es siempre la misma: 1) Nombre y nacionalidad de la candidata, 2) Cita de algo declarado a la prensa, 3) Comentario picante o, tal vez, jocoso, que hace referencia soslayada al cuerpo —entiéndase belleza— de la candidata, sea por lo que se ve o por los efectos que produce. Quiero comentar, precisamente, los puntos 2 y 3 pertenecientes a tres de las concursantes pues lograron dibujarle una sonrisa a mi afición por el sentido.
Miss Colombia se plantea metas hiperbólicas. Es una suerte de altruista prometéica, de allí que sus aspiraciones sean titánicas y tengan como marco de realización mínimo al mundo mundial. El comentarista, objetor jocoso, reduce la desproporción de su deseo, dejando claro que la unidad básica de sentido de esta señorita es el aspecto de su cuerpo y que ese límite fenoménico puede conseguir una modalidad particular de bienestar, la visual, no más. Cito: «...aspira a ‘mejorar la vida de la población del mundo entero’, según dijo a los reporteros oficiales del concurso. Por lo pronto ya mejoró el panorama de una porción de la humanidad.»
Miss Guatemala es una paradoja de la idiosincrasia, cree que su particularidad se debe a que es como cualquier persona; es decir, allí donde nada destaca, en el promedio digamos, ella se perfila como diferente sin dejar de ser igual a los demás. Esta meta-condición le permite plantearse una meta cuyo cumplimiento se opone a la idea de promedio, pero no sustrayéndose de ella sino desplazando su sentido hacia la excepcionalidad. Cito:  «...aspira a abrir su propia agencia de modelaje y asegura que es "única" porque es "normal".»
Miss Puerto Rico se separa del cuerpo y se plantea metas intelectuales y éticas. Mostrarse en bikini es sólo un paso para hacer lo que en realidad la mueve: la literatura y el altruismo. Aquí, de nuevo, el comentarista aporta el sentido alternativo que aun siendo pícaro, no deja de ser realista: con una maestra que se ve como la caribeña, no hay apatía juvenil que permanezca intacta. Cito: «...quiere escribir un libro y abrir un centro motivacional para la juventud. Y motivación no va a faltar mientras esta hermosa morena de ojos azules esté al frente de la clase..»

Abatidos

«En Zezu los profesores enseñan sentido común. Los estudiantes viven abatidos.»
Georg Christoph Lichtenberg

25 de febrero de 2011

Infelicidad

Por lo general, la ortodoxia, aun mostrando los argumentos lógicos que la sostienen, no supera la prueba del sentido común. Por ejemplo, si usted le pregunta a un militar si su vida es buena, le dirá que sí y, probablemente, cuestionará el desorden propio de su contraparte, es decir, de la vida civil. No obstante, si usted se detiene a pensar en la vida del militar y la menudea un poco, muy pronto notará que carece de sentido, esto es, notará que se trata de un conjunto de hombres que tomaron la decisión de vestir todos de la misma manera cada día de su vida; que consideran que hay personas superiores y hay personas inferiores; que asumen que es regla inquebrantable obedecer a los primeros y mandar a los segundos; que están convencidos de que para resolver un conflicto entre bandos contrarios es legítimo usar armas, es decir, que forma parte del Bien matar al otro para lograr justicia; que invierten un tiempo considerable en aplicar técnicas de ingeniería para fabricar armas sofisticadas casi infalibles (i.e. casi letales) y que se adiestran  con denuedo para usar óptimamente esas armas, es decir, para no fallar a la hora de matar; que, por eso, adoptan para sí una denominación francamente temible: “fuerzas armadas”, etc.  Desde mi perspectiva, sin considerarme un dechado de sensatez, pienso que esos rasgos y prácticas propios de la ortodoxia castrense están más cerca del cuestionamiento que de la aprobación. Una organización de uniformados que se apegan a una jerarquía basada en el tándem sumisión/dominación y que tienen la destreza y la licencia para matar usando las peores de las armas, es una organización que atenta contra la existencia humana en el presente y de cara al futuro. Cuando un miembro de esa organización se convierte por fuerza o por voluntad popular en gobernante de una nación, es casi seguro que sus habitantes se dirigen hacia la maximización de la infelicidad psicosocial cuando no a la disolución parcial o total de esa nación, que es más o menos lo mismo.